
La procuradora bonaerense María del Carmen Falbo habría presentado, finalmente, su renuncia al cargo, tal como quería la gobernadora María Eugenia Vidal.
Si bien ya en otras -al menos dos- ocasiones corrió la misma versión, todo apunta a que esta vez es un hecho. Dicen que Falbo le transmitió hoy al Consejo de Fiscales su decisión y convocó a sus empleados para comunicarles que se retiraría. De todos modos, habrá que esperar a que sea anunciado oficialmente.
Recordemos que Falbo había quedado muy debilitada por la triple fuga y por testimonios que la comprometerían con el presunto encubrimiento de una fiscal acusado de beneficiar a narcotraficantes, y la gobernadora Vidal había pedido su 'cabeza'.
En abril pasado ya se había hablado de su renuncia, pero ella finalmente lo desmintió. "No renuncio, ni pienso renunciar”, dijo entonces (ver nota relacionada).
Pero la presión habría sido demasiado. Tal como mencionamos anteriormente, Falbo quedó muy debilitada por testimonios que la comprometían con el presunto encubrimiento de una fiscal acusado de beneficiar a narcotraficantes.
Además, se sospechó que dio una orden para que los fiscales bonaerenses que intervinieron en el marco de la fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci adoptaran una actitud laxa. Su desempeño generó gran malestar en el Gobierno, y desde la administración de Vidal hicieron trascender sus sospechas por una supuesta actitud reticente de Falbo para que sus subordinados, como el fiscal de Azul, Cristian Citterio, y el fiscal de Brandsen, Mariano Sibuet, no avancen rápidamente en la investigación. Antes de ser fiscal, Sibuet fue secretario letrado de la Procuración General de la provincia.
Por otro lado, la diputada Elisa Carrió había pedido su declaración indagatoria por presuntamente haber omitido investigar el doble crimen de Unicenter, vinculado al narcotráfico.
Falbo comenzó su ascenso de la mano de Eduardo Duhalde, a quien acompañó durante su gobernación en la Provincia como Subsecretaria y luego secretaria de Justicia desde 1995 hasta 1999. Culminada la gestión, siguió bajo su órbita, pero como diputada nacional. Luego, supo adaptarse: en 2004, durante el gobierno de Felipe Solá, logró ser designada Procuradora General de la Suprema Corte de la Provincia. Y con Daniel Scioli en el poder, continuó en dicho cargo.