María Eugenia Vidal empieza a sentir la réplica del terremoto originado en el Congreso de la Nación por la elección de los consejeros para la Magistratura. El acuerdo entre el kirchnerismo, el massismo y algunos peronistas ‘dialoguistas’ para quedarse con la mayoría de los asientos en el organismo de control de los jueces se está repitiendo en la Legislatura bonaerense para rechazar el Presupuesto 2019.
En la Provincia de Buenos Aires, los legisladores trasladan al legislativo el rechazo de los intendentes de distintos colores políticos al ajuste que Vidal le trasladó a los municipios y que a ella le trasladó, a su vez, Mauricio Macri en el marco de los acuerdos con los gobernadores peronistas para lograr sancionar la ‘ley de leyes’ nacional.
Los sacrificios que les pide Vidal a los intendentes incluyen, entre otros temas, hacerse cargo de los subsidios al transporte, la ‘tarifa social’ eléctrica, los porcentajes del Fondo Educativo, el tope al aumento de las tasas y el recorte del presupuesto de los Concejos Deliberantes.
Mientras el proyecto de Presupuesto de Vidal se debate a nivel de comisiones, empezó a generarse el entendimiento entre los peronistas, especialmente el sector K y los que responden a los intendentes.
En el oficialismo bonaerense confiaban en las gestiones de Vidal con Sergio Massa, pero descartan que el tigrense les pedirá la ley para que los intendentes desdoblen la elección local de la nacional y provincial, algo que rechazan en La Plata.
El portal platense Infocielo destaca que los diversos sectores del peronismo se congregaron en una sola reunión para analizar el Presupuesto y la Ley Impositiva 2019 que María Eugenia Vidal envió a la Legislatura. En el Salón Cafiero del Senado bonaerense, se pudo ver a los principales referentes de los dos principales bloques peronistas/kirchneristas que tiene la Legislatura (Unidad Ciudadana y PJ-Unidad y Renovación).
Allí estuvieron también intendentes como Verónica Magario (La Matanza), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) o Juanchi Zabaleta (Hurlingham). Todos unidos en el rechazo al ajuste presupuestario en sus distritos.
Las cuentas que hacen los mandatarios municipales de lo que tendrían que afrontar son las siguientes: los subsidios al transporte (2.500 millones de pesos), la “tarifa social” eléctrica (8.000 millones de pesos), los porcentajes del Fondo Educativo, el tope de 38 por ciento al aumento de tasas, la baja del presupuesto de los Concejos Deliberantes del 3 al 1,5 y las responsabilidades sobre la CEAMSE.
En la Gobernación se entusiasman por acordar con Insaurralde. Según Infocielo, la semana pasada, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai mantuvo el primer encuentro con Insaurralde para hablar sobre el Presupuesto: "Vamos avanzando", habrían dicho. Y se abrió la posibilidad de modificar los porcentajes del Fondo Educativo y “compartir” el costo de los 8.000 millones de pesos de la “tarifa social”.
En tanto, según La Política Online, los intendentes definieron crear una "comisión" que llevará adelante las negociaciones con la gobernadora, con el objetivo de morigerar el impacto del ajuste sobre las cuentas municipales. Estará conformada por tres intendentes de la Primera Sección, tres de la Tercera y cuatro del interior. A ellos se sumarán diputados y senadores del bloque del PJ y el de Unidad Ciudadana.
El objetivo es apaciguar las diferencias y generar un espacio común entre los bloques de Unidad Ciudadana y el de Insaurralde, con los intendentes que le responden.
Así, Vidal apuesta a lograr un acuerdo con Massa, Insaurralde y un grupo de 4 legisladores más afines. Pero ya sabe que la negociación será dura, especialmente con el envión que tuvo el peronismo en el caso de la Magistratura y que no se sabe hasta qué punto seguirán explotando.